Reseña cinéfila: La cumbre escarlata - Guillermo del Toro (2015)

Como consecuencia de una tragedia familiar, Una escritora es incapaz de elegir entre el amor de su amigo de la infancia y la tentación que representa un misterioso desconocido. En un intento por escapar de los fantasmas del pasado. se encuentra de pronto en una casa que respira, sangra... y recuerda

Título: La cumbre escarlata (Crimson Peak)

Año: 2015

Duración: 119 minutos

País: Estados Unidos

Dirección: Guillermo del Toro

Guión: Guillermo del Toro, Matthew Robbins, Lucinda Coxon

Música: Fernando Velázquez

Fotografía: Dan Laustsen

Productora: Legendary Pictures/ Universal Pictures

Género: Cine, Terror, Romance

Cuando fui al cine a ver esta película, tenía claro que Guillermo del Toro es un director capaz de lo mejor, pero también de lo peor. Esta vez, en mi opinión, se ha quedado en medio.

La cumbre escarlata, ambientada a principios del siglo XX, trata sobre Edith Cushing, una chica que se ve independiente, tratando de labrarse un futuro como escritora. Como pretendiente tiene a uno de sus amigos de toda la vida. Pero los acontecimientos se precipitan con la llegada desde Inglaterra de los hermanos Sharpe, Sir Thomas y Lady Lucille, ya que el primero, al mismo tiempo que trata de hacer negocios con el señor Cushing, seduce a Edith, aunque pronto queda claro que ambos hermanos ocultan algo. 

Finalmente, Edith se casa con Thomas y se va con él a una antigua mansión que poseen en el viejo continente. Una mansión ruinosa a la que llaman la cumbre escarlata, contra la que el fantasma de su madre le había advertido cuando era niña.

En la mansión, Edith empieza a ver cosas raras, figuras fantasmagóricas, pistas extrañas... lo que la va conduciendo al misterio central que guardan tanto la casa como los hermanos Sharpe. Pero a pesar de la tensión y la curiosidad que tenemos por ese misterio, lo que cobra más protagonismo en la trama es la relación de Edith con Thomas, y también la actitud de su hermana, Lucille, o incluso toma importancia la figura del anterior pretendiente de Edith, Alan.

Y ahí está el quid de la cuestión. Es una historia donde hay fantasmas, que intervienen en la trama y guían o asustan a la protagonista, pero no es una historia de fantasmas propiamente dicha. El tema sobrenatural no es el punto central de la historia. Más bien podemos calificar la película de melodrama, al estilo de Rebecca, con una nueva esposa que llega a la misteriosa mansión, o la típica historia de personajes con fuertes relaciones entre sí, muy típica de la época victoriana, pero con el toque de Guillermo del Toro.

He de decir que, en cuanto a guión, la historia es bastante predecible, y nada del otro mundo. No es un guión que se pueda llamar malo, pero tampoco es uno demasiado bueno. El punto fuerte está en unas actuaciones muy carismáticas, sobre todo por parte del trío protagonista, formado por Mia Wasikowska, Tom Hiddlestom y Jessica Chastain, y sobre todo en una estética y una ambientación que bebe mucho de la cultura victoriana y la pintura prerrafaelita.

En conclusión, sólo por la calidad visual merece la pena ir a ver esta película, que no os sorprenderá u os cambiará la vida, pero que sin duda, podréis disfrutar.

¿Y vosotros? ¿Habéis visto la película? ¿Os ha gustado?