Reseña literaria: Matar un ruiseñor - Harper Lee

Jean Louise Finch evoca una época de su infancia en Alabama (EE.UU), cuando su padre, Atticus, decidió defender ante los tribunales a un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca. Matar un ruiseñor muestra una comunidad dominada por los prejuicios raciales, la desconfianza hacia lo diferente, la rigidez de los vínculos familiares y vecinales, y un sistema judicial sin apenas garantías para la población de color.

Título: Matar un ruiseñor (To kill a Mockingbird)

Autora: Harper Lee

Año de publicación: 1960

Género: Narrativa contemporánea

Libro Número 0550 del reto 1001 libros que hay que leer antes de morir

Hace un tiempo que leí este libro, pero lo tengo aún muy vivo en mi memoria. Sin duda es una de esas historias que marcan, y una de las mejores lecturas en lo que llevo de año.

La historia nos la narra Jean louise Finch, a la que llaman Scout, una niña pequeña a la que veremos crecer a lo largo de la novela, al igual que su hermano, Jem. Ambos conviven con su padre, Atticus, que es abogado, y con Calpurnia, la criada negra. en un pequeño pueblo donde se conocen todos entre sí y la sociedad está estructurada de la forma habitual en la Alabama de los años 20.

En la novela podemos diferenciar dos partes: en la primera, se nos presenta al familia de Scout, el entorno en el que vive, los miembros más destacados de la población, así como las aventuras y los juegos que comparte con su hermano Jem y su amigo Dill. Es una presentación minuciosa de todos los personajes, el pensamiento y la manera de actuar de cada uno, introduciendo las distintas cosas que obsesionan a los niños.

Por tanto, la segunda parte nos presenta el conflicto de la novela, que es la defensa por parte de Atticus de un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca. Ante el problema, se pueden ver las diferentes reacciones de las personas, algunas intentando ser coherentes y justas, mientras que otras se dominan por el racismo imperante de la época, y todo ello visto a través de los ojos de una niña pequeña, dando una visión mucho más interesante.

Pero describir Matar un ruiseñor como una simple novela sobre el tema racial sería un error. Tal vez la historia puede parecer simple, pero se esconden muchas cosas tras los pensamientos de Scout. La novela puede tener muchas interpretaciones diferentes, y en ella, los ideales morales se construyen mediante situaciones cotidianas, no mediante grandes sentencias. Casi sin darte cuenta, de forma sutil, se nos muestra el contexto del conflicto perfectamente.

Sin duda ha sido una novela que me ha conmovido. Los personajes principales son fantásticos, y aunque tal vez Atticus Finch pueda estar un poco idealizado, esto no impide que resulte entrañable, así como sus hijos y su ir y venir con la historia de su vecino, Boo Radley. Es una preciosidad ver como tanto Scout como Jem van creciendo y cambiando, sobre todo a merced de los acontecimientos que ven a su alrededor. Como novela de aprendizaje me parece espectacular, además de que retrata muy bien la nostalgia de dejar atrás la infancia y el entorno en el que nos sentíamos cómodos.

Y poco más hay que decir, salvo que es una novela que merece todas las alabanzas que recibe, y que es de las pocas que ha conseguido hacerme un nudo en la garganta últimamente.

Una obra de arte para este libro

QUICKSILVER - STEPHEN MACKEY