Reseña cinéfila: Cenicienta - Kenneth Branagh (2015)

La historia de Cenicienta cuenta las andanzas de la joven Ella (Lily James) cuyo padre, un comerciante, vuelve a casarse tras la muerte de su madre. Ella quiere dar gusto a su padre y acoge con cariño a su nueva madrastra (Cate Blanchett) y a sus hijas Anastasia (Holliday Grainger) y Drisella (Shophie McShera) en la casa familiar. Pero, cuando el padre de Ella muere inesperadamente, la joven se encuentra a merced de una nueva familia celosa y cruel. Al final, Ella queda relegada a ser una sirvienta cubierta de ceniza, por lo que le ponen el triste nombre de Cenicienta. Pero no pierde la esperanza y a pesar de la crueldad con la que la tratan, está dispuesta a cumplir las últimas palabras de su madre que le dijo que debía ser "Generosa y tener valor".

Título: Cenicienta (Cinderella)

Año: 2015

Duración: 112 minutos

País: Estados Unidos

Director: Kenneth Branagh

Guión: Chris Weitz (Basado en el cuento de Charles Perrault)

Música: Patrick Doyle

Fotografía: Harris Zambarloukos

Productora: Walt Disney Pictures

Género: Fantástico, romance, infantil

Todos conocemos la historia de Cenicienta. Es un cuento clásico de Charles Perrault, pero en mi caso, me sé la historia de memoria gracias a la versión de Disney. Me la habré visto como un millón de veces, y uno de los recuerdos de mi infancia es mi hermana con "voz de pito" cantando La canción del trabajo y jugando conmigo. De forma que me se los diálogos, las escenas, los dibujos... todo, esperando así con mucha ilusión este remake en carne y hueso que ha hecho Disney.

Porque eso es lo que es esta nueva versión de la Cenicienta. Salvo algunos cambios en trama, que no tienen importancia para el final, sino que son meramente circunstanciales. Los guiños a la versión animada son interminables, aunque DECEPCIÓN, a Cenicienta no le recogen un moño para el baile XDD. No obstante, el vestuario es espectacular, no solo el de los fantásticos vestidos de princesa, sino el vestuario de todo el mundo, los vestidos de diario, los de Cenicienta, como se van degradando... me gusta que sean simplemente de cuento, que no tengan ningún estilo marcado o predeterminado. Visualmente también hay que decir que es magnífica, y los decorados acompañan a las escenas de forma maravillosa, haciendo de la película una delicia visual.

El discurso y el mensaje que da la película es totalmente factoría Disney: Si eres bueno y sigues tus valores, las cosas te saldrán bien. Puede que hayan introducido una cierta justificación en la actitud de la madrastra, Lady Tremaine, pero las cosas no pueden ser más cursis, mágicas, empalagosas y llenas de valores enaltecedores y adecuados. Nada fuera de lo esperado.

Lo que sí me ha gustado de esta adaptación es que le han dado importancia al personaje del príncipe. En la versión original el príncipe solo aparece como figura salvadora de Cenicienta, pero aquí es un personaje más trabajado, que va estableciendo una auténtica relación con la protagonista, ambos se enamoran conociéndose el uno al otro, todo lo que puede dar de sí, claro, un cuento de hadas. Por cierto, el personaje del príncipe está magníficamente interpretado por Richard Madden, se lo cree muchísimo y da grandes momentos en la película, al igual que Cate Blanchett, que se come a todo el mundo con ese personaje despiadado de Lady Tremaine. Lily James tal vez está demasiado cándida y cursi como Ella o Cenicienta, pero sin tanta empalagosidad para el personaje, la película no funcionaría.

En conclusión, es un cuento de hadas, muy bien a nivel técnico, con su valores típicos, escenas divertidas, emotivas... no esperéis más, la factura es magnífica y eso es todo lo que puedo decir, además de que la disfruté como una niña pequeña.

Y a una película tan mágica, tan llena de valores y tan tan cursi (mola ser cursi) le tengo que poner sí o sí mi etiqueta mágica.

¿Y vosotros? ¿La habéis visto o queréis verla? ¿Os gustan estos remakes en carne y hueso que está haciendo Disney?