Reseña de cine: La invención de Hugo - Martin Scorsese

París, años 30. Hugo (Asa Butterfield) es un niño huérfano, relojero y ladrón que vive entre los muros de una ajetreada estación de trenes parisina. Nadie sabe de su existencia hasta que le descubre una excéntrica niña (Chloë Moretz), junto a la que vivirá una increíble aventura...

Título: La invención de Hugo (Hugo)

Año: 2011

Duración: 127 minutos

País: Estados Unidos

Director: Martin Scorsese

Guion: John Logan (Basado en la novela de Brian Selznick)

Música: Howard Shore

Fotografía: Robert Richardson

Esta es una de las películas que he visto estas navidades. La tenía apuntada desde hace bastante tiempo, ya que me llamaba muchísimo la atención, así que por fin pude verla, gracias a que la pusieron en televisión.

La historia de partida es la de Hugo Cabret, un niño de doce años que se ha quedado huérfano y vive en una estación de tren parisina, arreglando los relojes en secreto, para que nadie note la ausencia de su tutor, y poder seguir siendo independiente. Pero esta premisa inicial comienza a desplegarse posteriormente de una manera que a mi me ha parecido casi mágica. La trama de la supervivencia de Hugo en la estación va dando lugar a una aventura en la que intervienen el juguetero que regenta una tienda en la estación, el guarda que persigue a Hugo, e Isabelle, ahijada del juguetero y su esposa, y que resulta ser un personaje mágico.

Y es cuando Hugo conoce a Isabelle (interpretada por una fantástica Chloe Moretz), que empieza la aventura, al relacionarse la trama del autómata del padre de Hugo con la historia secreta del juguetero, al que Isabelle llama Papá George.

La historia es preciosa, tierna, entretenida, conmovedora... pero cuando a mi me cautivó totalmente fue cuando la trama se mezcló con un profundo homenaje a los inicios del cine, a ese mago que fue el grandísimo George Méliès, y las primeras fantasías cinéfilas, una oda a los hermanos Lumière (imposible no pensar en ellos al ver el tren caminando hacia ti, más aún cuando sabemos que Hugo se estrenó en 3D), un recuerdo inequívoco a El hombre mosca, con Harold Lloyd en la escena del reloj, Planos que remiten sin duda a Asalto y robo de un tren, el primer western de la historia,... y así podría llevarme un buen rato.

Lo mejor es que toda esta referencia a los orígenes más primigenios del cine está tratada con un lenguaje visual contemporáneo, una fotografía preciosa e impecable, y unos efectos especiales a la última, sin que éstos se coman la trama de la película, como sucede en tantas superproducciones. Me inclino ante la dirección del señor Scorsese, que lo hace con maestría, homenajeando al medio en el que se gana la vida.

Y si a todo esto le añades buenas actuaciones, una banda sonora correcta y un vestuario y una ambientación perfectamente adecuados, el resultado es una película maravillosa. ¿Qué si se puede disfrutar si a lo mejor no estás muy puesto? Sin duda no se captará todo lo que la película quiere transmitir, pero creo que a nadie se le escaparía la magia que desprende la historia que aquí se cuenta. Sin duda una película para disfrutarla, para recuperar la sensación de ilusionarse con el cine.

Aún a riesgo de repetirme, tengo que calificar esta película como mágica, porque me dejó totalmente hipnotizada plano tras plano, es una película que crea ilusión.