Libro: Los magos - Lev Grossman

Quentin Coldwater, un joven brillante pero desdichado, vive obsesionado con las novelas de fantasía de su infancia, que transcurrían en un país mágico llamado Fillory. Para su sorpresa, logra ser admitido en una muy secreta y exclusiva Universidad de Magia en Nueva York, donde recibirá una rigurosa educación sobre los arcanos de la moderna hechicería. Tras graduarse, él y sus amigos harán un descubrimiento asombroso: Fillory es real, aunque no exactamente como imaginaron en sus sueños de infancia...

He leído siempre críticas muy encontradas de esta novela, así que me dispuse a leerla para ver que era en realidad, si un best-seller facilón o una obra revolucionaria del género de la fantasía.

La verdad es que no puedo decir que sea lo uno ni lo otro.

Este libro es como una mezcla-homenaje a dos sagas fantásticas muy famosas y reconocidas: Harry Potter y Las Crónicas de Narnia. La primera parte es totalmente potteriana, con una academia de magia muy a lo college inglés, que tiene una idiosincrasia muy particular que me ha llamado mucho la atención.

La diferencia de Brackebills, que así se llama la universidad mágica, con otras academias mágicas literarias  como, por ejemplo, Hogwarts, es el carácter de adolescencia desenfrenada. Los estudiantes beben, fuman, se drogan... dando un carácter muy distinto al típico aprendizaje mágico, además de mostrar la disciplina de la magia como algo muy difícil, solo apto para las personas más inteligentes, dispuestas a adentrarse en un camino largo y tortuoso.

 En una segunda parte, sin embargo, se ve claramente la influencia de C.S. Lewis ya que los personajes, huyendo de una especie de vacío existencial que los lleva a desfasar cosa mala, viajan a otro mundo, uno mágico en el que pretenden encontrar sentido a su vida. Pero, a su pesar, descubrirán que este otro mundo no es la aventura idílica que ellos soñaban. 

Sufrirán, habrá tensiones entre ellos, y descubrirán que esa infelicidad e insatisfacción no se ha ido con el descubrimiento de un mundo mágico que ellos han idealizado en extremo.

En otro orden de cosas, la trama me ha enganchado, lo he leído muy rápidamente, pues no es una lectura muy densa o complicada. De hecho he visto demasiada ligereza en la narración en comparación a los temas más profundos que se pretendían tocar, como la tristeza, la melancolía o el vacío existencial de los personajes.

Me ha parecido que los personajes entran y salen de la trama de forma repentina, siendo recuperados sin ningún criterio específico, para hacer encajar las cosas de una manera un poco artificiosa. Lo mismo pasa con las situaciones, que en numerosas ocasiones se suceden de forma abrupta, haciendo elipsis temporales no muy bien llevadas, pues te dejan la sensación de que falta algo. Los giros argumentales, o las revelaciones, a pesar de sorprender, porque no te las esperas, no me han producido el efecto de shock que tal vez se esperaba conseguir.

Entre los personajes no ha habido ninguno que despierte especial simpatía. Todos resultan igual de perdidos, en ocasiones cínicos, y su conductas desconciertan a menudo. Al final, lo que se saca es que para ser mago, el denominador común es la insatisfacción y la infelicidad, sentimientos que no desaparecen ante el mundo mágico, que no se demuestra en esta novela como un bálsamo contra los problemas del mundo real.

En conclusión, me ha gustado y me ha entretenido, pero no es una gran novela que revolucione el género fantástico, como he leído por ahí.

leeleeré la segunda parte dentro de un tiempo,  porque el final me dio curiosidad.

La obra de arte para este libro

GREEN SUMMER - EDWARD BURNE-JONES