Interstellar

domingo, 9 de noviembre de 2014





Ayer fui al cine a ver el último trabajo de Christopher Nolan.

No se que esperaba encontrarme, porque no soy muy aficionada a la ciencia ficción, no por una clara aversión, sino porque en la vida me he encontrado muy pocas veces con dicho género.

Directa al grano: la película me ha encantado. Ha sido una experiencia fascinante, una historia épica contada magníficamente. Todavía no sé que me ha gustado más, si los preciosos planos del espacio, cargados de una poesía que pretende transcender...



O los polvorientos, pero no por ello menos bellos, planos situados en la Tierra, un planeta que se desmorona, y del que los protagonistas escapan para ir a buscar un lugar donde la raza humana pueda sobrevivir.



Toda la parte científica está muy bien explicada, a mi parecer, y tampoco es que yo sea una experta. Puede que ayude el hecho de que el productor ejecutivo de la película haya sido Kip Thorne, físico teórico en cuyas teorías gravitacionales se basa la película, además de en varias hipótesis no demostradas de Einstein. Tal vez está todo demasiado claro, a merced de aclaraciones muy técnicas, que a veces pueden llegar a saturar, pero de todas formas, están combinada con la fuerte presencia de la humanidad, en el sentido de los sentimientos humanos, de la ilógica sentimental que, por más que queramos, arrastramos con nosotros. En ese sentido la historia está muy equilibrada, todo gracias a unos grandes personajes, bien interpretados, con los que es fácil conectar. Destacan Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Jessica Chastain, y la joven Mackenzie Foy, que está a la altura del resto del reparto, al que se añaden secundarios como Michael Caine, Topher Grace (el protagonista de Aquellos maravillosos setenta), o Wes Bentley (al que conozco de American Beauty o Los juegos del hambre).






Es decir, aunque sea una historia de la supervivencia de la raza, también vemos varias historias personales, entremezclándose ambas cosas, influyendo una en el destino de la otra. Y lo bien que funcionan ambas historias, lo grandilocuentes y auténticas que resultan contadas en la pantalla, es lo que más me ha convencido de la película.



El final puede que haya disgustado a muchos, y resulta complicado y desconcertante, pero a mí, dado lo que me hizo sentir toda la película, cosas como tensión, interés, ternura, angustia,... el final me resulta lo de menos, aunque me parece un cierre adecuado. Tampoco debería sorprender demasiado, teniendo en cuenta que viene del hombre que hizo Origen, una película que tuvo en mí un efecto muy parecido a ésta.



También destacaría la banda sonora, preciosa, compuesta por Hans Zimmer, acompañando muy bien a la película, aunque más a las escenas en el espacio que a las situadas en la tierra. 

En conclusión, y como he dicho al principio, me ha gustado mucho. No dejéis de verla, porque merece mucho la pena.

4 comentarios:

  1. Tengo muchas muchas ganas de verla, Nolan me encanta y he leído bastante sobre la peli y el tema del agujero negro, si además la bso es de Hans Zimmer...madre mía. Gracias por pasarte por mi blog, yo también me quedo por aquí. Un beso!

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  2. Es 100% recomendable. Gracias a ti también por pasarte ^^

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  3. Ufff me han dado ganas de verla yaaaaaaa!
    La veré este fin de semana sin falta, gracias por la entrada!
    Por cierto te seguimos, pásate por el nuestro si quieres!
    Muchos besos y suerte! ^^

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